La película de nuestras vidas
No se puede tener miedo, pero tenerlo significa estar viva. Tengo miedo de apostarlo todo a ti y quedarme en banca rota. Tengo miedo a necesitarte y que llegue el miedo a perderte. Miedo a que el verano se acabe y llegue el invierno con más fuerza que nunca. Estoy cagada de miedo, cagada por descubrir que ya te conozco y me recorro con facilidad las curvas del paraíso que lleva tu nombre más de lo que debería por semana.
Se me encoge el corazón solo de pensar que puedas llegar a tenerlo en tus manos, y juegues con todo ese poder. El poder de hacer que me desvanezca y luego nunca más vuelva a ser yo, que me olvide y a ti te recuerde cada día. Me aterra decirte que ya me he imaginado la película de nuestras vidas en mi cabeza y se ha convertido en mi favorita, tú y yo haciendo mil tonterías y la más grande sería no intentarlo.
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