Efímero verano

Se ha acabado el verano, justo unos días antes de que llegase de nuevo. Hemos sido unos cobardes. Han quedado tantas palabras en el tintero... Tengo un montón de hojas llenas de palabras que nunca me he atrevido a decirte. Tengo un montón de recuerdos que, por más que intento, no olvido. Siempre me ha gustado cambiar de ciudades, de aire, de gentes… Hasta que paseo por cualquier sitio y todo lleva tu nombre y huele a ti. 

No sabía que alguien podía empezar a doler tan tarde y durante tanto tiempo, pero me niego a creerlo. Me niego a creer que ya no piensas en mí. Me niego a creer que no tienes días en los que lo único que te apetece es mandarme un mensaje pero algo te dice “contente”. Me niego a creer que haya pasado por tu vida como una persona más de todas las que forman tu corta experiencia. Me niego a creer que no son verdad todos los planes que hicimos. Me niego a llenar el espacio que has dejado con otra persona. Me niego a sustituirte y a arrimarme a cualquier clavo ardiendo solo porque se parece a ti.