Sobre la vida
Septiembre de algún año y yo más perdida que una aguja en un pajar. No entraba en mis planes que todo pasase así, pero ha pasado; la verdad es que no se si me asusta o me agrada tanto cambio repentino. No sabía por donde empezar, que hacer, cómo atacar a la soledad y sobre todo, como ganarle tiempo al tiempo. Pero quién me iba a decir a mí que iba a estar tan bien sola. Desde pequeños nos educan en la creencia de que hay un amor verdadero y que tenemos que dar con él para ser felices, que si no lo encontramos siempre vamos a ser una naranja a medias, pero no. Lo cierto es que creo que no me falta mi media naranja, de hecho no creo ni que sea una naranja porque odio las naranjas. ¿Cómo voy a ser algo que odio? Al fin y al cabo somos lo que comemos y yo no como naranjas. Vale, estoy un poco chistosa. A lo que iba, ¿Qué pasa si has nacido completa y lo que te llena no es una persona sino un cúmulo de personas que componen tu vida? No creo que haya que entregarse al cien por cien con nadie porque al fin y al cabo todos terminamos por irnos, porque todos somos efímeros, polvo de estrellas.
Y a los hechos me remito, como individuos somos peculiares, cada uno con sus cosas. Cada uno decide como plantear y como organizar su vida. La mía esta desorganizadísima y me encanta. Me encantaría gritar a los cuatro vientos ¡Viva la soltería!, pero lo cierto es que mi estado de soltería es un tanto peculiar. Que no le debes explicaciones a nadie, ni a ti misma, pero es que tampoco te entiendes. No quiero un chico para el resto de mi vida, quiero muchos chicos de los cuales cada uno me complemente con sus peculiaridades. No me refiero a tener un novio cada dos, tres o cuatro meses. Me refiero a ser con muchos chicos a la vez, aunque ellos no lo sepan, Porque no es lo mismo ser que estar, tú puedes estar con una persona y sin más, no conseguir que te aporte nada. Pero puedes no estar con nadie y que mucha gente te haga ser lo que eres, diferente.
No estoy buscando el amor porque no creo que haya que buscarlo, tampoco creo que vaya a encontrarlo en una persona porque vivimos en una sociedad muy egoísta en la que queremos pero no amamos. Para mí, querer es sentir la necesidad de poseer algo, querer algo o alguien para ti; amar es desear que la otra persona sea completamente feliz aunque no sea contigo. ¿Por qué queremos y no amamos? Si amásemos, el mundo sería diferente.
En conclusión: ¡Libres domingos y domingas!
0 Comentarios