
Me niego a creer que somos la generación perdida.
¿Otros cuatro años más así? Me niego a pensar que tengo que pedirle un préstamo a algún banco para poder cumplir mis sueños, sueños humildes de poder hacer un máster, ya que sin él, a día de hoy, no voy a ningún lado. Me niego a pensar que pertenezco a la generación perdida que nunca va a encontrar trabajo y tendrá que vivir de sus padres. Me niego a pensar que todos los que queramos trabajar en un futuro tendremos que emigrar, a pesar de que nos lo vendan como movilidad europea. Me niego a que nos hagan creer que irse a otro país no es tan malo, entonces ¿Para qué pagan nuestra educación? Me niego a creer que despilfarran millones de euros en pagarnos unas carreras que tienen salida pero no en nuestro país. Me niego a pensar que sea nuestra culpa, porque nosotros no hemos hipotecado ningún país. Me niego a pensar que no estamos capacitados para levantar nuestro propio país, porque somos la generación más preparada. Me niego a creer que nadie quiera escucharnos, porque realmente tenemos ideas nuevas y frescas que aportar a este país. Me niego a creer que a nadie le interesamos porque no votamos. Me niego a pensar que no queremos cambiar las cosas. Me niego a creer que todos los que están fuera, están fuera porque quieren, cómo se atreven a insinuar algunos. Me niego a pensar que no valemos para nada, como nos están haciendo creer. Me niego a pensar que los jóvenes no pensamos, porque sí lo hacemos, y de qué manera.
¿Esto es lo que queríamos? Se lo pregunto a los jóvenes aunque no se nos tenga en cuenta porque somos el país con menor proporción de jóvenes del mundo respecto del total de su población. ¿Cómo se nos va a tener en cuenta así? Durante las dos últimas campañas electorales, he visto muy pocas alusiones a los jóvenes, a esos que se supone que vamos a tener que cotizar para pagaros las pensiones a vosotros, adultos del país. Muy pocas menciones al sistema educativo, a la reforma del mismo, al pacto por la educación.
Gracias al buen sistema educativo que teníamos en este país antes de la reforma educativa WERT, he tenido asignaturas como ciudadanía, la cual me ha ayudado a entender las diferencias de pensamiento e ideología, a respetar a los demás, y lo más importante, a respetarme y valorarme a mí misma. Gracias a asignaturas como proyecto interdisciplinar, he aprendido a trabajar en grupo y cooperar, algo que a día de hoy casi no se trabaja en las universidades y es fundamental para los puestos de trabajo actuales. Gracias a la asignatura de filosofía y sobre todo, gracias a profesores que realmente tenían vocación, he aprendido a pensar por mí misma. He comprendido las bases de la política fundada en Grecia y me atrevo a decir que eso no es para nada lo que tenemos en este país. Ahora entiendo que se quiera quitar la filosofía de la educación. Enseña a pensar y eso, por el momento, no conviene. Todos los que hemos conseguido llegar al bachillerato, a pesar de que se valore más un aprobado que un aprendido, hemos forjado nuestras propias ideas que nos han ayudado a ser lo que somos a día de hoy, a parte de una generación perdida. Gracias a la historia de España, he podido formar mi propio criterio que hace que a día de hoy la democracia española me parezca una dictadura encubierta.
¿Cómo voy a creer en un sistema que no refleja en absoluto los votos de los españoles? ¿Alguien se acuerda del sistema de turnos pacíficos de inicios del siglo XX con los Borbones? Gobiernos de cuatro y ocho años entre liberales y moderados controlados por el rey. ¿No es lo mismo a día de hoy? La educación laica y gratuita ha conseguido que pueda llegar a preguntarme tantas cosas... Y estoy orgullosa. Realmente creo que mi país sigue en su transición franquista, liderada por un rey, a pesar de que ahora tengamos uno nuevo. Un rey que siempre tiene la última palabra entorno a lo que saldrá en las elecciones. ¿Qué ha pasado entonces el 20D para que hayamos tenido que despilfarrar dinero y volver a votar? La aparición de dos nuevos partidos en la escena, con supuestamente mucha intención de voto. A estos dos nuevos partidos una aportación personal, nunca vais a gobernar, no en este país. A pesar de que contagieis sonrisas y ganas de hacer las cosas bien, no os van a dejar. No os van a dejar porque seguimos en esos turnos pacíficos en los que solo salen PP y PSOE, moderados y liberales para que España no se desestabilice. ¿De verdad creéis que con lo que auguraban las encuestas el escrutinio es real? ¿Nadie se ha dado cuenta de que la empresa que realiza el escrutinio es un poco sospechosa?
Me niego a que ya no se nos tome en serio. En realidad, nunca se nos ha tomado. Pero ahora, se están riendo en nuestra cara. Y no vale eso de población envejecida que vota al PP porque vivió la Guerra Civil y sabe que la derecha es lo mejor para España. Tampoco vale el miedo a unas políticas nuevas, peor que los anteriores no lo iban a hacer. Tampoco vale el juego sucio del “Y tú más”, porque estamos cansados de esto. Tampoco vale el caciquismo que se traen con los votos por correo. ¿No es un poco sospechoso que a la gente mayor sí le llegue el voto por correo y a los jóvenes no les llegue a tiempo? ¿No es un poco sospechoso que a pesar de que cada año mueran más ancianos el voto a la derecha siga subiendo? ¿No es un poco sospechoso que pese a todos los escándalos de los partidos clásicos, estos sigan recibiendo votos y no estén ya desmantelados? Ahora es el momento de reflexionar, y reflexionar de verdad. Sino, nunca se nos tomará en serio. Ahora es el momento de que intenten devolvernos nuestras sonrisas, esas que hace cuatro años nos dijeron que las dejásemos para luego, que tocaba abrocharse los cinturones. Vais a tener que trabajar muy duro para que la gente vuelva a creer en vuestra política, porque yo ya no. Vais a tener que trabajar muy duro para que no queramos irnos de aquí y os ayudemos a pagar vuestras pensiones. Vais a tener que trabajar muy duro para que el país no termine por hundirse definitivamente. Vais a tener que trabajar muy duro, pero no lo haréis.
¿Esto es lo que queríamos? Se lo pregunto a los jóvenes aunque no se nos tenga en cuenta porque somos el país con menor proporción de jóvenes del mundo respecto del total de su población. ¿Cómo se nos va a tener en cuenta así? Durante las dos últimas campañas electorales, he visto muy pocas alusiones a los jóvenes, a esos que se supone que vamos a tener que cotizar para pagaros las pensiones a vosotros, adultos del país. Muy pocas menciones al sistema educativo, a la reforma del mismo, al pacto por la educación.
Gracias al buen sistema educativo que teníamos en este país antes de la reforma educativa WERT, he tenido asignaturas como ciudadanía, la cual me ha ayudado a entender las diferencias de pensamiento e ideología, a respetar a los demás, y lo más importante, a respetarme y valorarme a mí misma. Gracias a asignaturas como proyecto interdisciplinar, he aprendido a trabajar en grupo y cooperar, algo que a día de hoy casi no se trabaja en las universidades y es fundamental para los puestos de trabajo actuales. Gracias a la asignatura de filosofía y sobre todo, gracias a profesores que realmente tenían vocación, he aprendido a pensar por mí misma. He comprendido las bases de la política fundada en Grecia y me atrevo a decir que eso no es para nada lo que tenemos en este país. Ahora entiendo que se quiera quitar la filosofía de la educación. Enseña a pensar y eso, por el momento, no conviene. Todos los que hemos conseguido llegar al bachillerato, a pesar de que se valore más un aprobado que un aprendido, hemos forjado nuestras propias ideas que nos han ayudado a ser lo que somos a día de hoy, a parte de una generación perdida. Gracias a la historia de España, he podido formar mi propio criterio que hace que a día de hoy la democracia española me parezca una dictadura encubierta.
¿Cómo voy a creer en un sistema que no refleja en absoluto los votos de los españoles? ¿Alguien se acuerda del sistema de turnos pacíficos de inicios del siglo XX con los Borbones? Gobiernos de cuatro y ocho años entre liberales y moderados controlados por el rey. ¿No es lo mismo a día de hoy? La educación laica y gratuita ha conseguido que pueda llegar a preguntarme tantas cosas... Y estoy orgullosa. Realmente creo que mi país sigue en su transición franquista, liderada por un rey, a pesar de que ahora tengamos uno nuevo. Un rey que siempre tiene la última palabra entorno a lo que saldrá en las elecciones. ¿Qué ha pasado entonces el 20D para que hayamos tenido que despilfarrar dinero y volver a votar? La aparición de dos nuevos partidos en la escena, con supuestamente mucha intención de voto. A estos dos nuevos partidos una aportación personal, nunca vais a gobernar, no en este país. A pesar de que contagieis sonrisas y ganas de hacer las cosas bien, no os van a dejar. No os van a dejar porque seguimos en esos turnos pacíficos en los que solo salen PP y PSOE, moderados y liberales para que España no se desestabilice. ¿De verdad creéis que con lo que auguraban las encuestas el escrutinio es real? ¿Nadie se ha dado cuenta de que la empresa que realiza el escrutinio es un poco sospechosa?
Me niego a que ya no se nos tome en serio. En realidad, nunca se nos ha tomado. Pero ahora, se están riendo en nuestra cara. Y no vale eso de población envejecida que vota al PP porque vivió la Guerra Civil y sabe que la derecha es lo mejor para España. Tampoco vale el miedo a unas políticas nuevas, peor que los anteriores no lo iban a hacer. Tampoco vale el juego sucio del “Y tú más”, porque estamos cansados de esto. Tampoco vale el caciquismo que se traen con los votos por correo. ¿No es un poco sospechoso que a la gente mayor sí le llegue el voto por correo y a los jóvenes no les llegue a tiempo? ¿No es un poco sospechoso que a pesar de que cada año mueran más ancianos el voto a la derecha siga subiendo? ¿No es un poco sospechoso que pese a todos los escándalos de los partidos clásicos, estos sigan recibiendo votos y no estén ya desmantelados? Ahora es el momento de reflexionar, y reflexionar de verdad. Sino, nunca se nos tomará en serio. Ahora es el momento de que intenten devolvernos nuestras sonrisas, esas que hace cuatro años nos dijeron que las dejásemos para luego, que tocaba abrocharse los cinturones. Vais a tener que trabajar muy duro para que la gente vuelva a creer en vuestra política, porque yo ya no. Vais a tener que trabajar muy duro para que no queramos irnos de aquí y os ayudemos a pagar vuestras pensiones. Vais a tener que trabajar muy duro para que el país no termine por hundirse definitivamente. Vais a tener que trabajar muy duro, pero no lo haréis.
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