Querido x:

Entre un mar de dudas y el cielo  apareciste tú, y no eras ni el mar ni el cielo, pero eras casa. Sabías ser casa. Sabías arropar cuando lo necesitaba y sabías dejar aire cuando quería respirar. Sabías qué decir y cómo hacer para aguantarme, tarea nada fácil. Sabías lo que quería oír y lo decías. Sabías hacerme reír como nadie y picarme como pocos. Sabías tanto de tantas cosas que para mí eras un libro que quería seguir leyendo y que nunca se acabase. Pero te acabaste. Te dejaste llevar. No sé si en algún momento intentaste poner límites pero si lo hiciste, se te da muy mal.
Por haches o por bes todo acabó de un día para otro y lo que en un principio era idílico acabó siendo una comedura de tarro importante. No entendía nada, no sabía que había pasado pero ninguno era el mismo. Estábamos diferentes, estábamos a nuestro aire. La magia del verano, que todo te lo da o todo te lo quita. Y nos lo quitó, y digo nos porque sé lo feliz que te hacía, a pesar de mis ronquidos. Lo cierto es que ambos nos dejamos llevar, y la cosa no iba nada mal, porque si “amanecí en tu casa un par de meses” fue por algo.
Pasaste de tontería de niña adolescente a plan de pensión. Y me entró el miedo. Hay pedacitos de mí que solo tú conoces y hay sentimientos, buenos y malos, que solo has conseguido despertar tú.
Pero yo no podía controlar esos celos de niña tonta. No lo hice, hice justamente todo lo contrario. Me alejé de ti, me alejé porque no quería que me hicieras daño, no quería tener que fingir la felicidad absoluta cuando estaba contigo y callarme por dentro todo lo que me reconcomía. Si estaba contigo, ten claro que iba a ser al cien por cien. Pero no lo estaba, no era yo.
Tal vez fui idiota, o tal vez haya hecho lo correcto, pero de errores se aprende. Yo que sé.
Sinceramente creo que en algún momento te dió miedo cogerle cariño a una persona x años más joven que tú, en algún momento te dió miedo que te empezase a gustar y en algún momento te dió miedo que hipotecase tu vida. Pero también creo que te he llenado de vida, que he descubierto cosas de ti que casi nadie sabe o pocas personas se atreven a conocer, te he hecho reír y te he hecho plantearte muchas cosas, a pesar de ser una cría.

Y si alguna vez te dije que eras diferente créetelo porque es así.

0 Comentarios