Me desentiendo


Dicen que olvidar es un acto involuntario, que olvida antes el que menos lo intenta, y qué razón. Yo no estaba intentando olvidarte, ni odiarte ni dejarte de querer pero, de repente, pasó y ya no sé qué pintamos aquí, en esto, porque seguimos durmiendo bajo las mismas sábanas y compartiendo tiempo cuando en realidad no nos queda nada por decir. Y supongo que tú te aferras al clavo ardiendo de "Es una cría y está loca por mis huesos" y yo me aferro al de "nunca una tía lo ha tratado mejor que yo", y entre unas y otras, aquí seguimos. 

Dime, ¿Qué compartimos?¿Qué tenemos en común?¿Qué hay de locura y de bonito en nuestros encuentros?¿Qué sientes cuando me besas?¿Qué se puede esperar de una persona que pasa más tiempo pegada a su móvil que a mí cuando me ve?¿Qué se puede esperar de alguien que le da los buenos días a todos a través de las redes sociales menos a mí que me tiene en su misma cama?

No sé cómo tomarme la mitad de las cosas que haces, tampoco te entiendo la mayoría de las veces pero luego llegas y lo desestabilizas todo en cuestión de segundos y entonces ya me entiendo menos. 

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