Sin etiquetas
Lo difícil que parecía ser amigos y lo bien que lo hacemos ahora. No me generas desconfianza ni desasosiego. Contigo todo son risas las 24 horas del día. Un saber que pase lo que pase, descuelgo el teléfono y estás ahí. Porque no pegábamos, no podíamos llenar el campo afectivo de la otra persona, pero sí podíamos complementarnos, y de qué manera. Estoy tan contenta por haber conseguido superar el odio y haberte puesto en el lugar de mi vida que mereces que por nada del mundo me imaginaría que ahora te fueras.
Eres quien me cuida cuando bebo de más y quien me aconseja en cualquier circunstancia rara de la vida. Eres quien me saca la sonrisa cuando ya no quiero saber nada más por una temporada. Eres la persona que me empuja a ser mejor cada día, eres gran parte de todo lo que sé a día de hoy. Contigo cualquiera aprende que las personas no son las etiquetas que nosotros le ponemos. Quédate, no sé en qué formato pero hazlo. Te prometo que no te arrepentirás.
0 Comentarios