El Karma.
Después de todo este tiempo creo que por fin me he encontrado, y no gracias a ti, eso está claro. Siempre había escuchado hablar de los aterrizajes, pero nunca le dí mayor importancia, hasta que pasó. El aterrizaje de mi vida, el aterrizaje de mi juventud, el aterrizaje de pasar de niña a adulta en un instante, el hecho de ver que no todo es como te lo habían contado, que las películas de disney no son más que películas y que tú, querido ser humano, no eres más que otro individuo luchando por sobrevivir en el asfalto, luchando por llegar entero al final del camino, cosa que todos sabemos que es muy difícil, por no decir imposible. Porque muchas veces la vida nos pone piedras en el camino para demostrarnos que nuestra vida no la manejamos nosotros, que hay hostias que nos llevamos sin que lo esperemos, y que las piedras pueden ser de distinto tamaño e intensidad, pero piedras al fin y al cabo, y a nadie le gusta clavarse o estancarse en piedras.
El aterrizaje de como seguir con tu vida cuando crees que has perdido todo lo que hacía que estuviera llena; pues bien, me equivocaba, no era así. Mi vida no se ha desmoronado, no por el momento, y no dejaré que se desmorone en mucho tiempo, y menos por gente como tú. Si, los dos sabemos de que clase de gente hablo, gente que no merece la pena, gente que más que corazón parece que tiene una pistola que dispara a cada latido, gente que no mide la repercusión que pueden tener sus palabras.
¿Alguna vez te has preguntado si podrías hacer algo para ser mejor persona?¿Alguna mañana te has levantado y sentías que ya no había sueños por cumplir?¿Alguna vez te has sentido la peor mugre de este planeta?¿Alguna vez has querido dormir y no despertar jamás? Supongo que no, y por cosas como esa, deduzco que eres de la clase de personas que va por la vida sin objetivos, sin importarle lo que hace, que no es que te desee lo peor de este mundo, pero por alguna extraña razón sé que te tocará, porque el Karma siempre da por culo, o sino que se lo digan a algunos.
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