No hay mitades
Qué manía tiene la gente con decir «tienes que buscar a tu otra mitad». ¿Qué mitad?¿Nos hemos vuelto locos?¿He nacido incompleta y hay alguien por ahí vagando que tiene la mitad de mi ser? La respuesta es, claramente, NO. Y da igual lo que os intenten vender, estamos enteros.
Aunque algunos intenten rompernos y casi lo consigan. Hemos nacido enteros y completos, aunque no nos dejen decirlo muy alto porque sino, el mundo se iría a la mierda.
¿Cúal es el problema de querer sin que se te vaya la vida en ello?¿Tal vez es más sano?¿Tal vez no interesa promover un amor cuerdo? Vale, el amor es locura y todo lo cura, pero si de verdad fuésemos mitades, creo que media población se ha equivocado de mitad.
¿Dónde queda el quererse a uno mismo? A mí me gusta que me quieran, como a todos, supongo, pero lo que más me gusta es quererme yo misma. Sí que creo en que una persona se tiene que querer a sí misma para aprender a querer a los demás. Cuando alguien no se quiere, tampoco sabe querer a los demás, y menos cuidar una relación.
Promuevo el amor libre de condiciones, de clases, de ideologías, de edades y de cuerpos. Promuevo que a mí no tiene que llegar nadie que se ponga a mi lado y de repente seamos como un sándwich o un «perfect match». Promuevo que venga alguien que tal vez no encaje de primeras, pero que se esfuerce por conocerme y me deje conocer todo lo que ronda en su mente. Promuevo que alguien complemente pero no complete, que blanco y negro también se mezclan bien. Alguien que complemente días, alegrías y movidas. Que no creo en que alguien tenga que desaparecer para ver cómo echo de menos. Que no creo en que haya para siempres, sino en un ratito más y otro más. Que no creo que tenga que probar a otra persona para ver si me he equivocado, que las personas no son un objeto que podamos devolver antes de x tiempo y aquí no ha pasado nada, porque sí ha pasado.
Cada persona es un huracán allá donde va y puede que por algunas personas no haga estropicios, pero en otras… Los huracanes vienen con fuerza, muchos sin avisar, lo cambian todo y hacen que veamos todo de otra forma. A mí me gustan los huracanes de mayor fuerza, me gusta que pasen por mí y me hagan ser huracán también. Me gustan los temporales, me gusta la lluvia pero sobre todo, me gustan porque me hacen apreciar el sol.
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