
En qué momento
Si esto es una prueba de fuego, yo he muerto quemada. No sé quién me vendió la idea de que lo importante es la meta, cuando yo siempre he sabido que lo importante está en el proceso: en crecer juntos, en aprender, en equivocarse pero levantarse más fuertes. Lo sé, lo sabes. Los dos somos conscientes. Pero y si mañana volviésemos a nacer, ¿hubieses escogido lo mismo? No creo ni en el destino, ni en el hilo rojo, ni en la suerte, pero me había acostumbrado a creer en ti. De hecho, me gustaba(s).
La culpa no es tuya, está claro, la culpa es mía por estúpida. Me he sentido como una auténtica idiota pero me consuela saber que no solo me ha pasado a mí. Sé que desgasto, incluso a mí misma. Pero también puedo contagiar energía si me dejas. También puedo hacer que toques el cielo sin ni siquiera volar. También puedo cantarte cada mañana y cada noche, o dedicarte mis palabras más bonitas. Por ti puedo ser diferente, pero siempre yo. Porque estoy entera, pero tú hacías el complemento perfecto, como esa bufanda de cuadros de esa marca tan famosa que le queda bien a todo el mundo, tú eras eso en mí. Pero de repente te das cuenta y entras en una situación confusa.
Sin saber cuánto tiempo lleva siendo así, en qué momento todo empezó a temblar y él dejó de tocarme la cara en cada beso. En qué momento él dejó de sonreír con mis chistes de mierda pero que le hacían gracia solo porque los contaba yo. En qué momento yo me acomodé y dejé de buscar formas nuevas de decirle cada día que lo quería. En qué momento desapareció el cuadro de amor que había en mi cama y quién lo tiene ahora. En qué momento decidimos dejar de decirnos tanto para decirnos tan poco. En qué momento las despedidas empezaron a ser un coñazo y no un vuelve ya. En qué momento empezaste a pensar que te estaba quitando vida y no regalándotela.
En qué momento en vez de ser magia, fuimos horror. En qué momento empezamos a fingir. En qué momento dejamos de compartir. En qué momento se acabó la película. En qué momento dejaste de decirme lo guapa que estaba cada día. En qué momento dejé de agradecerte haber llegado a mi vida por casualidad. En qué momento empecé a sonarme pesada hasta a mí misma. En qué momento empezaron los días malos y se acabaron los buenos. En qué momento se te fueron las ganas. En qué momento tus ojos dejaron de pertenecerme. En qué momento ha llegado todo esto. En qué momento ya no nos quedaban momentos. Dime cuándo pasó eso, porque te juro que yo no me di ni cuenta.
0 Comentarios